Cerco al fiscal general y al gobierno (CARNE CRUDA #1527) 334l56

¿Va usted a poner la guillotina en la Puerta del Sol? Pues sí señor, la guillotina, la guillotina.

No voy a seguir toda mi vida escribiendo panfletos y desporticando contra los borbones.

Sí señor, la guillotina.

La reina.

Zaz, guillotina.

Los chulos de la reina.

Zaz, guillotina.

Los chulos del rey.

Zaz, guillotina.

Los ministros.

Zaz, guillotina.

Los obispos que los rodean.

Guillotina, guillotina, guillotina, guillotina.

Todo guillotinado.

Sí señor, la guillotina.

¿Ha terminado usted? Sí señor.

Vamos a comer.

El Supremo procesa al Fiscal General del Estado por la supuesta filtración del correo en el que el novio de Ayuso reconocía dos delitos fiscales.

El juez instructor, Ángel Hurtado, el mismo que quiso esculpar al PP de la Gürtel y evitar la declaración de Rajoy en esa causa, dice que hay indicios no sólo de que Álvaro García Ortiz lo filtró, sino de que Moncloa se lo ordenó, pero no aporta una sola prueba de ello.

Lo que sí hay pruebas es de que varias decenas de personas tuvieron a ese correo antes que el Fiscal General y de que no fue él quien lo filtró a los periodistas del diario punto es, El País y la SER, que lo publicaron también antes de que el Fiscal General tuviera el correo.

Pruebas que los periodistas aportaron al tribunal en sus declaraciones y que algunos de ellos han registrado ante notario, por seguridad, pero que el juez omite porque no le han revelado la fuente, protegida constitucionalmente por el secreto profesional y porque el juez no persigue la verdad, persigue al Fiscal General y al Gobierno.

Como peinado con Begoña Gómez, Hurtado en meses de instrucción no ha encontrado nada, ni en el despacho, ni en los dispositivos del fiscal, que se borran por seguridad, pero tampoco en ninguna comunicación de la Fiscal Jefa Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, a la que también pide investigar.

Y sin embargo afirma que, cabe presumir, que el filtrador fue García Ortiz por orden de presidencia.

Aunque Pilar Sánchez Acera, alto cargo del gabinete de Moncloa, declarase que el correo llegó allí a través de un periodista y no del Fiscal General.

La deja por mentirosa pero no la imputa por falso testimonio, tampoco a los periodistas.

Porque no va a por ellos, va a por los de arriba, a por Sánchez y García Ortiz, va pa'lante, como dijo Miguel Ángel Rodríguez hace unos meses adelantando todo lo que está pasando en el Supremo.

Porque él es la clave.

Él sabe que la causa va pa'lante antes que el propio Hurtado lo anuncie.

Él fue quien primero filtró a El Mundo una parte del correo del novio de Ayuso para crear el bulo de que era la Fiscalía la que ofrecía un pacto y no al revés, como realmente sucedió.

Hasta el periodista que lo publicó en ese periódico le contó al juez que él tenía el correo antes que el fiscal.

Todo eso está no solo probado, sino que aparece en otro auto del Supremo que desestima imputar a la ministra María Jesús Montero por revelación de secreto, porque no era secreto, estaba en las redacciones.

Pero el juez Hurtado no está aquí para hacer justicia, está para hacer lo que pueda, como pedía Aznar.

Está para defender a Ayuso de la causa de su pareja, convirtiéndola en la causa del fiscal y el gobierno.

Su auto llega, curiosamente, el día después de la fallida manifestación del PP contra la supuesta mafia que gobierna.

La que quiere gobernar es una mafia judicial, política y mediática.

Y quien pueda hacer, que haga.

Hoy vamos a analizar, a diestra y siniestra, el cerco al gobierno por distintas causas.

El procesamiento de un fiscal general, por primera vez en la democracia, la estrategia de derribo del PP y el caso Leyre, sobre el que el PSOE no ha dado las suficientes explicaciones dejando que lo hagan dudosos personajes como Aldama, Dolset o ella misma.

Y el caso del juez Hurtado en el que procesa el fiscal general del Estado, Íñigo.

Encontrar indicios sólidos y argumentarlos de forma convincente.

Y lo que vemos confirma las peores sospechas y los peores comentarios más escépticos sobre la trayectoria del juez porque realmente lo que hace es colmar las aspiraciones que tenía el Partido Popular en relación a esta instrucción, por la evidente indicación que tiene.