Arnanz: un proyecto personal, cocinado desde el alma| NO LIMITS #50 1927v

Bienvenidos y bienvenidas a No Limits, el podcast de emprendimiento del diario AE, donde daremos voz a autónomos, emprendedores y empresarios que nos contarán sus historias y experiencias.

Hablaremos de las dificultades que se han encontrado en el camino, pero también de los éxitos que han alcanzado.

Ya sabéis que aquí, en No Limits, defendemos y apostamos por el sector gastro y hoy estamos encantados de presentaros la nueva aventura del chef segoviano, ganador de una estrella Michelin y defensor de una cocina viva, directa y en constante movimiento.

Él es Rubén Arnaz, bienvenido.

¿Cómo estás? Hola, hola, muy buenas a todos.

Un placer recibirte, Rubén.

El placer es mío, gracias por esta bienvenida.

Muy bien.

Rubén, hoy nos vas a contar todo sobre tu nueva apertura aquí en Madrid, pero antes me gustaría repasar tu carrera, ¿te parece? Venga, me parece.

¿Vamos a ello? A por ello.

Venga.

Con 29 años recibes tu primera estrella Michelin en el restaurante Villena de tu segovia natal.

Aquello, imagino que para ti, debió ser un logro enorme.

Cuéntanos aquella experiencia con 29 años, ganar tu primera estrella Michelin.

Bueno, visto así, da un poco de vértigo, justo ahora hace 10 años de ello.

En ese momento, más allá de anécdotas, era uno de los cocineros más jóvenes en ser reconocido y sobre todo porque nunca fue tampoco el objetivo.

Es verdad que tengo una base, una formación, no sabemos medio hacer las cosas, hemos tratado ahora yo en primera persona de formarme mucho, de trabajar con grandes profesionales, pero evidentemente los objetivos tenían que ver siempre con la satisfacción y el del cliente diario.

Yo creo que a raíz de ese día a día, esa excelencia, ese trabajo duro, de esa inquietud, esa búsqueda incansable de ser mañana mejor que el día actual, esa, digamos, ambición natural, un poco comedida, hizo que fuera una sorpresa.

Y nada, muy bonito, a nadie le amarga un dulce y yo creo que fue un antes y un después en lo que es mi carrera profesional.

Claro, exactamente.

Para ti, ¿qué supuso el ganar esa estrella Michelin? Realmente en ese momento, que evidentemente ahora, según van pasando los años, da vértigo, como te decía, yo creo que hay ciertos parámetros que han, no cambiado, pero sí evolucionado y con ello también ese tipo de reconocimiento.

Yo creo que en ese momento te ponen el mapa culinario y lo bueno ya decides tú, te aporta una visibilidad, una notoriedad y luego ya desde ahí puedes, como digo, agrandar tu ego, seguir trabajando duro, que es la opción que yo decidí, y en otras, seguir construyendo o de cara a nivel empresarial, mirar otros objetivos, pero bueno, los míos con los pies en la tierra siempre y la cabeza en las nubes, me ha gustado siempre ese ánimo de la hospitalidad, que es en el que creo, en el que estoy convencido, en el que me he formado y desde luego el que quiero compartir.

¿Y qué diferencias hubo del antes y el después de haber ganado la estrella de Michelin? Bueno, pues en tu propio restaurante.

Así, muy simple, pues pasa a hablarte el que no te hablaba, pasas a tener cola en la puerta del restaurante y pasas a tener prensa.

Esos son los tres, digamos, así rápidos que me han venido a la mente.

O sea, que la repercusión fue casi inmediata, Rubén, ¿verdad? Sí, ahora es verdad que van pasando los años, no lo veo igual, no lo percibo igual, perdona, pero bueno, en ese momento, esa fue mi primera impresión.

Muy bien.

¿Ostentas también el título de campeón mundial de cocina con trufas? Esto cuéntanos, que yo creo que esto a nuestros oyentes les va a llamar la atención.

Bueno, pues a mí también me lo llama cuando te escucho y cuando escucho a la gente que habla de ello, porque no sé de qué cuento me he caído, pero...

Hace un año, un año y un mes, fue la final celebrada en Soria, también es una comarca castellana como Segovia, que conozco afortunadamente bien, que he profundizado mucho en ella, ¿no? Y yo creo que llevaría, pues yo creo desde 2000, pues igual 2012-2013, más de 12-13 años sin presentarme a ningún tipo de competición, de campeonato, ¿no? Y bueno, me pareció una buena idea, clasifiqué para la final con 8 grandes chefs internacionales,