CHINA ACTIVA SU PODER PARA PARALIZAR EL MUNDO: LA CUENTA REGRESIVA DE LAS TIERRAS RARAS 516t4f

¿Qué tal, mis queridos amigos? ¿Cómo estáis? Bienvenidos a un nuevo viaje en el cascarón de nuez. Estas pasadas Navidades fueron muy complicadas para algunas empresas, aunque esto no se haya hecho público. Y concretamente saltaron todas las alarmas en una compañía tan importante y que por algunos momentos ha sido la que tenía la mayor capitalización bursátil del mundo. Ahí está, luchando en las top como es Nvidia, precisamente.

Y esto es así porque una norma del gobierno de Biden antes de las elecciones estadounidenses obligaba a Nvidia a dejar de suministrar sus chips de inteligencia artificial a los clientes que tenía en China. Y esto no es solamente un problema precisamente para Nvidia, que es un problema y muy importante, imaginaos lo potente y lo importante que son para las grandes tecnológicas el mercado chino, sino también, y esto muchas veces se nos olvida, para todas las empresas que dependen de la tecnología de Nvidia y que tienen que operar en ese país, en China, que no es solamente el proveedor de los chips, eso es solamente el principio. Es que ellos venden tecnología a muchísimas compañías que incorporan sus chips o sus tecnologías. Y la prohibición no es solamente de vender una pieza de un lado A al lado B, es la utilización de esas piezas por todas las empresas que compiten en ese país, tanto locales como extranjeras.

Lo cual es un auténtico cataclismo, especialmente cuando has estado desarrollando una aplicación de esa tecnología, a veces por años, a veces gastando docenas, cientos de millones de dólares, que luego se van al garete porque por una decisión política alguien decide que esa tecnología no puede utilizarse en un lado del planeta, en este caso, en China. Y lo cierto es que China llevaba ya mucho tiempo recibiendo estos golpes, no solamente por parte de Nvidia, fijaos todo lo que ha pasado con los chips de mayor tecnología, los que tienen un tamaño especialmente pequeño, los más avanzados, que se han prohibido a las compañías chinas y específicamente a Huawei, y esto tiene siempre una doble cara de la moneda. De hecho, tienen más de dos caras, sería más bien un prisma. Lo importante no es solamente ese toma y daca de yo te prohibo, yo te permito, sino también lo que provoca la reacción que provoca esa prohibición.

Por un lado, puede ocurrir, como estamos viendo con China, que la reacción en el caso de un país tan importante no sea la de venirse abajo, sino la de todo lo contrario, que estén espoleados para desarrollar sus propias tecnologías alternativas a la de los países que lideran ese apartado, como por ejemplo los Estados Unidos de América, con la inteligencia artificial. Lo hemos visto con DeepSeek, pero hemos visto también como Huawei lo que ha hecho es diversificar mucho su mercado y además desarrollar sus propias tecnologías de chips y también sus propios software para saltarse las prohibiciones. Y si oiga, no me deja usted trabajar por la normativa anti estadounidense en determinados territorios, pues me voy a crecer a otros territorios, aunque tú los sanciones donde no tengas tantos acuerdos o no tengas tantos poderes.

Pero lo cierto es que China también puede hacer daño de otra manera, que es justamente devolviendo la patata caliente, devolviendo la patada con las cosas en los que ellos controlan más y el lugar donde más duele. Y eso es exactamente lo que China hizo hace escasamente un par de semanas y que puede provocar un auténtico cataclismo, un auténtico terremoto en el mundo de la tecnología. Y me estoy refiriendo a las restricciones y a las restricciones encubiertas que China está poniendo con las tierras raras que están provocando unas preocupaciones en algunas empresas cruciales de Occidente, tanto en Estados Unidos de América como en Europa, como muchas veces no se había visto. Y en concreto, en el caso de la industria del automóvil, se habla ya de que si no se remedia el problema que hay, la crisis que podría haber de producción de determinados automóviles en la industria podría ser incluso peor que la crisis de los microchips que nos sacudió justo cuando salimos de la pandemia.

Bueno, pues sí, el resumen así en corto sería, en China se han hartado. Y se han hartado de las presiones de Donald Trump, de la imposición de Aranceles y, en definitiva, de toda la verborrea política acompañada de Aranceles que ha llevado como bandera el presidente de los Estados Unidos de América a la llegada al poder.

Y aunque ahora hay como una especie de tregua en la que estamos imbuidos de 90-100 días en la que se supone que se van a negociar unas condiciones, que al final era el objetivo del presidente estadounidense, entre medias como medida de presión China, en parte eso como medida de presión, pero también harta de todas las restricciones que ha ido sufriendo en algunos mercados, ha decidido tomar la iniciativa y empezar a poner ellos también las restricciones.

Y la restricción que ha puesto China nada menos que es en seis tipos de tierras raras de las más comunes y de las más utilizadas en la industria de la tecnología, en la industria de las renovables y por supuesto también en la industria militar y en la industria del automóvil y específicamente del automóvil eléctrico.

Y esto no es cualquier cosa, porque China es el gran líder, es el valedor de las tierras raras, que como ya hemos dicho aquí en alguna ocasión en el canal, no es que las tierras raras sean tan raras, el tema es encontrarlas en suficiente concentración allá donde estén como para que la explotación minera sea potente, sea lo suficientemente rentable. Y lo cierto es que las tierras raras están repartidas por muchas partes del mundo, pero esto viene muy bien y en la salud del mundo.