Episodio 90: Julia Navarro (Periodista y escritora) 3ya5j

Queridos amigos y amigas del círculo, sabéis que en las últimas semanas hemos hablado mucho de guerras, hemos hablado mucho de Gaza, hemos hablado mucho de Rusia, de Ucrania y hemos hablado de muchísimos conflictos que desafortunadamente 50 en este momento ya todos en todo el mundo. Qué cosa tan fea, tan mala que es la guerra.

Y fijaros que a mí siempre me ha sorprendido y me ha chocado como en cambio a veces leyendo libros en el cual se trata este tema se pueda realmente incluso encontrar palabras maravillosas que nos acercan de forma absolutamente íntima a unos personajes que pueden estar sufriendo o que han sufrido en estas situaciones de guerra.

Hoy probablemente una de las grandes escritoras de nuestro país, sin ninguna duda de la más leída, escritora, periodista, traducida en muchísimos países, que nos trae una novela que es El niño que perdió la guerra. Es un libro maravilloso en el cual justamente habla mucho de guerra y además de una historia que transcurre en los años 38 y 39 en Madrid y Moscú, fundamentalmente ahí con Stalin cuando estaba acabando en cambio aquí la guerra civil. Y hay dos mujeres unidas por el destino de un mismo niño y con la cultura como salvación del terror.

¿Qué tal, Julia? Pues muchas gracias, lo primero de todo, por invitarme a estar aquí, compartir estos micrófonos y con todas las personas que nos están escuchando. Así que lo primero de todo, gracias. ¿Por qué nace este libro, Julia? Hace muchos años, pero cuando digo muchos años, digo muchos, muchos años, cuando descubrí los poemas de Anna Akhmatova me produjeron un auténtico shock y quise saber quién era la persona que había escrito aquellos poemas. Desde entonces me dediqué a buscar testimonios de personas que habían estado en el Gulag, que habían pasado por las cárceles de Stalin, pero al mismo tiempo yo también, cuando ejercía el periodismo, yo soy la generación de la transición.

Yo empezaba a hacer periodismo en ese momento, un momento en el que empezaban a salir de las cárceles muchas personas que habían pasado muchos años allí y se empezaban a conocer las historias no solamente de hombres que habían estado dentro de las cárceles franquistas, sino también de mujeres. Y todo eso yo creo que fue dejando un pozo de inquietud, de rabia, de dolor dentro de mí y al final he escrito este libro, El niño que perdió la guerra. Yo creo que he tardado 40 años en escribir este libro.

¿Cómo es posible desde tu punto de vista? Como te decía, como he dicho en la entradilla a nuestra entrevista, yo cuando hablo de guerras, por ejemplo, en los últimos días que tengo que informar y opinar mucho sobre lo que está pasando en Gaza, que para mí es un genocidio, y ito que otras personas piensen lo contrario, pero para mí lo tengo clarísimo que es un genocidio, una limpieza étnica. Me cuesta mucho hablar del tema, me cuesta mucho no emocionarme hablando del tema y por supuesto escribir.

Me cuesta todavía más. ¿Cómo se puede escribir cuando la historia tiene tanto dolor como la que tú cuentas, que has contado en este libro? Yo creo que hay que hablar, hay que escribir para sacudir las conciencias, para que otros tomen conciencia de lo que significa el horror de la guerra. Es decir, si nos callamos, si nos callamos de alguna manera, dejamos que todos esos horrores que están sucediendo delante de nosotros queden impunes.

Entonces hay que hablar.

Es un momento para volver al activismo de los sesenta, de los setenta, después de tantos años que probablemente habíamos pensado que podíamos descansar en unos derechos humanos que hicieron.