El hijo del aprendiz de Satanás 681 - Emmanuelle Dalmau: Sin pareja y en aviones. 262x4u

Bienvenidos al Hijo del Aprendiz de Satanás, una semana más en un programa disperso de conversaciones cotidianas en la que tenemos a Nuestra Diva, la mujer más deseada a este lado de la península, porque en su irla no, que es Laura Dalmau.

Good morning Vietnam, que guay me has presentado, ¿no? Sí, ¿no? ¿Te ha gustado eso de Nuestra Diva, la más deseada a este lado de la península? Comparado con otras veces, porque nunca sé dónde colocarme. Digo, a ver, ¿dónde me coloca? ¿Cómo me presenta? Y, joder, me has ensalzado.

Ah, te he ensalzado, ¿no? Claro, y a ti preferirías que te humillase, ¿no? Que claro, yo soy más de la humillación y de que me coloquen en un lugar más de bufón, ¿no? Y bicho de...

De todas formas te vale cualquier cosa, porque te he presentado así pero si te hubiera presentado como aquí tenemos a la perra, ¿no? La escoria humana, ¿no? Yo es que soy agua, soy agua, fluyo. Digo, pues sí, me parece bien también. Todo tiene su lado bueno al final. ¿Tú eres consciente, Dalmau, del número de oyentes que te escuchan cuando apareces esporádicamente en el programa y se masturban pensando que tienen un hacer contigo? Mira cómo le ha gustado eso.

No, es que pensé que ibas a decirme, tú eres consciente de la gente que te escucha y así sin más. Y de repente mi número, el número que yo tenía en la cabeza se ha reducido a menos, evidentemente. Pero tú, yo no creo realmente que haya gente que se masturbe escuchándome. No creo que haya ninguno, vamos.

La gente se masturba con una ejerceza que flipas. Claro que hay gente que se masturba, ¿no? Y probablemente hay gente que se masturba pensando en los dos. Es decir, en los dos en el mismo pack, por ejemplo. Hay gente que fantasean sus masturbaciones con que yo te penetre a ti, ¿no? Pues igual también, pero eso ya es la imaginación que vamos allá. Pero normalmente tú tiras más de una imagen que lo de un podcast.

Aunque es verdad que en los nuevos tiempos, con tanto podcast, pues probablemente se haya extendido la masturbación al podcast también. Ah, venga, me voy a poner el hijo para darle a la zambomba. Sí, ¿no? Qué asco, qué asco. Yo por lo menos no lo he hecho nunca.

El masturbarte escuchando un podcast, ¿no? Escuchando el hijo del aprendiz de Satanás.

Ni ningún otro podcast. O sea, recurro más a la imagen o a la propia imaginación.

Esto ya lo hemos hablado mil veces. Sí, ya está hablado.

Pero bueno, sí, sí. La gente fantasea con la del Mahú, ¿no? Pero claro, a mí me sorprende.

Te ofrecimos una vez a la Jauría, ¿no? Está soltera y tal. Y no recibiste de ese ofrecimiento. Nada. Nada. De hecho, se supone que me teníais que encontrar novio. Y sigo soltera. Sí, es soltera, ¿no? Por lo facilona que tú eres, ¿verdad? Sigo soltera porque quiero.

Qué cabrón. No sé si soy fácil o estoy taradísima. Porque claro, yo digo, joder, es que ya solo quedan tres.