Ovnis: Los casos de Aznalcóllar, Constantina y El Garrobo 261d1q

Es la hora de pasar la frontera de lo conocido y adentrarse en la materia oculta a la vista.

Es la hora de tocar lo que está más allá de los sentidos.

Es la hora del alambique.

El 22 de noviembre del año 1974, desde Cádiz, se produce un extraño suceso que salió en la prensa, concretamente en el correo de Andalucía de aquel día, en la sección de sucesos.

Empezaba así el titular, una fuerza extraña le detuvo y le movió el coche.

Una persona seria, don Cristóbal Muñoz Romero, gaditano, casado con dos hijas pequeñas, del de hace varios años chofer al servicio de la Diputación Provincial, ha visto un objeto volador no identificado en la madrugada pasada.

Regresaba solo de Sanlúcar de Barrameda cuando a mitad del camino, eran las tres de la madrugada, quedó sorprendido al ver un gran resplandor y una fuerza extraña que primero lo dejó parado el coche y después sintió cómo le movían el automóvil.

Preso ya de un auténtico terror, arrancó el coche, pisó el acelerador y salió rápidamente.

No hace falta decir que estaba en plenitud de facultades y es persona que conoce el volante y las carreteras de la provincia como el pasillo de su casa.

Cuenta el relato vivamente impresionado y diciendo que una situación así no se la desea ni a su peor enemigo y que desde ahora no se sonreirá cuando oiga decir que los ovnis han existido y existen.

Son innumerables casos los que desde luego pueblan estanterías de investigadores, archivos del ejército, de agencias de inteligencia y son casos que lejos de parecer sacados de una serie de televisión responden a la realidad de lo que muchos testigos observaron en su momento.

La realidad del fenómeno ovni, la realidad de la ufología está ahí y está ahí presente para toda aquella persona que quiera hacer una investigación.