179 Y Elon se fue con viento fresco 3y4z3w

Muy bien.

Ahí mejor, sí.

Pero, vamos, lo que me paso yo, lo que te queda es corto tú, ¿eh? Ya, eso iba a decir que yo estoy en el extremo opuesto del espectro luminoso. Soy tenebrista.

Bienvenido a TDH, tus 15 minutos semanales sobre archivillanos loquísimos y reputaciones arruinadas.

Un episodio descacharrante digno de un personaje de novela barata de sci-fi, de ciencia ficción.

Pues, niños, hoy vamos a hablar de un hombre que empezó fabricando coches eléctricos y cohetes espaciales y acabó quemando su propia reputación más rápido que un cohete Starship.

Nuestro archivillano por excelencia, por mucho que Sam an quiera robarle el puesto, nuestro queridísimo Elon Musk. Una mezcla entre Tony Stark de saldo y troll profesional.

Vivimos en una época de muchos villanos, madre mía.

La verdad es que éste, pero bueno, éste se subió a la parra.

Bueno, y como se subió a la parra, vamos a explorar...

A ver, éste tiene nivel, ¿eh? Sí, éste se va por los cielos. Éste lo peta.

Éste va a ser la bomba.

Éste va a ser la bomba.

Éste revienta cohetes.

Sí, sí. Éste, vamos.

Pues eso, vamos a explorar cómo Musk ha convertido su aventura política y empresarial en un meme multimillonario.

Y empecemos por el principio.

Resulta que Elon decidió jugar a político con Trump en la Casa Blanca, liderando algo llamado, a ver si lo digo bien en inglés, Department of Government Efficiency.

Es que ni en inglés suena bien, tío.

Sí, no, ni en inglés suena bien.

Dodge.

Dodge.

Dodge, que es con una marca de coches también.

Dodge, lo que es, es el nombre de la meme coin que él defiende.

Dodge coin.

También, efectivamente.

Bueno, el resultado fue una catástrofe en ventas para Tesla.

¿Qué podía ser más? Claro, o sea, bueno, después de haberle donado 250 millones de dólares a la campaña de Trump, si no tengo malas cifras en la cabeza, pues en Europa las entregas de Tesla, es decir, los pedidos en firme, cayeron un 49% en abril, con una gloriosa bajada del 81% en Suecia.

El sitio más verde del planeta después de Noruega.

En California, bastidón de Tesla, las matriculaciones bajaron un 15%.

O sea, ¿qué ha pasado aquí? Pues que, bueno, en fin.

Está bien, está todo bien.

Digamos que los defensores de Tesla, o sea, que eran de una determinada corriente política, que querían una economía sostenible, rojeritos y tal, pues claro, de repente llega el tío que te fabrica el coche con el que tú has presumido de verde y le da por meterse con un tío que dice que va a quitarle todas las subvenciones a los coches eléctricos, que va a recarbonizar la economía americana, que va a volver a explotar petróleo y carbón, que además...

Que hace un saludo filonazi.

También es una cosa.

Dos, dos saludos filonazis.

Hay gente con la piel muy fina.

Ya lo digo, sí.

No he visto a tanta gente rasgándose las vestiduras por el pasado filonazi de Volkswagen o porque los Porsche hayan salido de las filas de los amantes del desfile de patos.

Ni porque Hugo Boss hiciera los trajes militares, de los camisas pardas y los abrigos estos que ves en los películas de nazis.

Cosas como son.

Definir al producto por el autor, ni siquiera por el autor, por el propietario.

Pero estamos en un mundo que ha inventado él, porque te recuerdo que este señor es el dueño de X.

Aka Twitter.

Formerly known as Twitter.

Former no.

¿Qué ha pasado, aparte? Pues que parece ser que después de un romance político digno de telenovela, Musk, Elon, criticó abiertamente la política fiscal de Trump, tachándola de despilfarro.

Él que era el abanderado de la DOJ, de la política DOJ.

Esto a cuenta de una propuesta legislativa que pretende bajar los impuestos a mansalvas, pero que no está compensada mínimamente por un recorte del gasto que pueda hacer un equilibrio con la bajada de ingresos.

¿Qué es lo que se teme con esto? Pues que la deuda americana en 10 años puede pasar de 3 billones de dólares.

Y Musk ha salido a criticarlo.

Ahí, hombre, un gestito que le honra.

¿Pero cuándo lo ha hecho? Pues a días, ¿vale? A días de haber agotado su mandato máximo como empleado especial del gobierno.

Creo que sí me equivoco y no tengo mal el número de días.