¿Por qué me SUDAN LAS MANOS cuando estoy ansioso? (y cómo controlarlo) 521i4k

Hoy vamos a hablar de algo que parece pequeño, pero que puede convertirse en una pesadilla y es el sudor en las manos cuando tienes ansiedad.

Hoy voy a explicarte por qué te sudan las manos cuando tienes ansiedad, que por cierto es bastante curioso o por lo menos a mí me lo parece, y qué papel juega tu mente en todo esto y lo más importante, qué puedes hacer para que este síntoma no decida por ti en tu vida.

Vamos al grano, ¿por qué sudamos cuando estamos ansiosos? Todo comienza en nuestro cerebro.

Cuando sentimos ansiedad se activa algo llamado sistema de respuesta de lucha o huida.

Este mecanismo es un mecanismo de supervivencia que heredamos de nuestros antepasados, pero no de tu abuelo, sino de aquellos hombres y mujeres que habitaban en las cavernas.

Cuando se activa este sistema, lanza una alerta, algo así como, atención, prepárate para Y tu cuerpo se prepara para correr o pelear, incluso se prepara si estás en una entrevista de trabajo.

Y aquí lo que te ocurre, que te habrá pasado mil veces, es que el corazón te late más rápido, los músculos se tensan, y sí, ahí viene, las glándulas sudoríparas se activan.

Bueno, el tema es que las palmas de las manos tienen muchas glándulas sudoríparas que se llaman ecrinas, que responden directamente al estrés y ponen en funcionamiento el mecanismo del sudor porque ayuda a regular la temperatura, porque en realidad el objetivo de que sudemos cuando estamos nerviosos es regular la temperatura, porque si salimos corriendo porque estamos en peligro, vamos a sudar del esfuerzo físico que vamos a hacer y el sudor ayuda a regular esta temperatura.

Pero lo curioso, a mí esto me ha parecido lo más, es que el sudor también mejora el agarre, como si tuvieras que escalar una roca o agarrar una lanza, como si estuvieras en la prehistoria.

Que esto está fenomenal si tuviéramos que cazar un mamut, en la vida moderna es de poca ayuda.

Y ahí es donde todo empieza a complicarse, porque no estás en la prehistoria, estás en una videollamada con tu jefe, cosa que esto le está dando igual a tu cerebro, ya que no está diferenciando entre una amenaza física y una amenaza social, una crítica, una mirada incómoda, una presentación, todo eso activa el mismo sistema y tus manos empiezan ahí a sudar, aunque estés sentado y no estés en peligro físico.

Lo curioso es que cuanto más lo notas, más ansiedad te da y entonces entras como en un bucle.

Sudo porque estoy nervioso, me doy cuenta de que sudo, me pongo más nervioso por sudar y sigo sudando más.

Aprovecho para decirte en este momento que si el vídeo te está gustando, me lo digas en los comentarios que me ayudará a saber qué tipo de vídeos seguir haciendo.

Bueno, una vez dicho esto yo sigo con lo mío.

Ahora tú me puedes decir, muy bien Sara, pero no a todos les sudan las manos como a mí.

Y yo te voy a decir que tienes razón, porque hay diferentes factores que mezclados van a hacer que te suden las manos o no, vamos a verlos.

El primero es la genética.

Algunas personas tienen una mayor sensibilidad en su sistema nervioso simpático, que es quien se encarga de poner en funcionamiento las reacciones de ansiedad.

Esto significa que cuando se activa por estrés o ansiedad, reacciona más intensamente y eso incluye más sudor en las manos.

Además, entre el 25 y el 65% de los pacientes con sudoración de manos tienen antecedentes familiares, lo que va sugiriendo una predisposición genética.

La ansiedad no se manifiesta igual en todas las personas.

Algunas personas sienten palpitaciones, otros sienten tensión muscular, otros sudan… Es como si cada cuerpo eligiera su propio canal de alarma.

Y si el tuyo es el sudor, no es porque estés peor, sino porque ese es tu modo corporal de responder a la ansiedad.

Luego también encontramos el aprendizaje y la asociación.

Y aquí entra un factor muy curioso, y es que si en algún momento sudaste en una situación importante y eso te incomodó, tu cerebro puede haber aprendido a asociar que el sudor es de igual a peligro social.

Y a partir de ahí empieza a activarlo cada vez más, como si fuera un hábito involuntario.

¿Y la personalidad influye en que sudes más por ansiedad? Pues hay otro ingrediente que muchas veces se pasa por alto, y es la personalidad.

Y es que hay ciertos rasgos de personalidad que hacen que una persona sea más propensa a sudar por ansiedad.

Por ejemplo, personas con alta sensibilidad emocional.

Estas personas son más receptivas a lo que ocurre a su alrededor, perciben los cambios, la mirada, los gestos, y su cuerpo responde con más intensidad.